domingo, 6 de mayo de 2012

Proyecto "El ensayo en un blog"


Este es un intento de aplicar la herramienta del blog a una actividad que quiero que toda la clase comparta: producir pequeños ensayos sobre un tema analizado en clase, y a la vez acceder a la lectura de los ensayos que sus compañeros escribieron sobre el mismo tema, para generar un nuevo debate que desarrolle y enriquezca el tema.
De este modo, trabajamos por una parte la cuestión académica de introducir a los alumnos en los géneros argumentativos, en el uso de las estrategias para argumentar, en la formulación de una hipótesis válida; y por otra parte se trata de que se acerquen desde un lugar no lúdico a una herramienta que ya muchos conocen (el blog), y accedan a un entorno virtual que les ofrezca una mirada global de todas las intervenciones.
El proyecto se está llevando a cabo en su primera fase, que es la lectura y el análisis de los textos fuente (un artículo de Pedro Luis Barcia y otro de Beatriz Sarlo, ambos sobre el tema del lenguaje abreviado); y en la próxima semana se les pedirá a los alumnos que redacten una confrontación de estas fuentes y formulen una conclusión en la que puedan presentar una hipótesis propia.
En definitiva, espero llegar a los siguientes resultados, bien diferentes:
- en lo estrictamente académico, constatar que los alumnos se afianzan en la escritura de textos con un registro formal y adecuado al género ensayístico;
- en lo que respecta al uso productivo de las TICs en el aula, experimentar una tarea en la que, además de la creación individual, aparece el compartir; tal como dice Sáez Vacas (2000), como "una conversación interactiva durante un viaje por el conocimento", en la que los alumnos descubran "una nueva estructura temporal y espacial para la lectura de las producciones de los pares, promoviendo el descubrimiento de las similitudes y diferencias entre sus producciones y el establecimiento del diálogo grupal". (Andreoli, 2012).

Más sobre la web 2.0

La primera sensación que tengo, frente a la lectura de tantos blogs y comentarios y tweets sobre la web 2.0, es que no me queda nada para decir. Pero siempre hay algo más, y voy a tratar de decirlo aquí, en pocas palabras. Me acuerdo de haber leído a Umberto Eco, cuando hablaba de la mirada apocalíptica que muchos tienen sobre el destino del libro frente a la digitalización, y de cómo el semiólogo se despreocupa absolutamente de este temor porque él sostiene que mientras haya lectores habrá libros. No importa el formato: en rollos, en tablillas de arcilla, en papel, en encuadrenaciones finas o rústicas, copiados a mano, sabidos de memoria, digitalizados, en e-books... Todos tienen palabras, y eso no cambia. Walter Ong dice algo similar: la tecnología avanza, crece, evoluciona y supera tecnologías anteriores. Pero no hay tecnología sin palabras. Entonces, ¿cuál es el verdadero valor de las TICs? Justamente ese: el de actualizar la palabra per medio de herramientas de comunicación que podemos incorporar a nuestras prácticas docentes porque de hecho ya están presentes en el mundo, y la escuela forma parte del mundo. Si al principio nos da trabajo, es porque somos "alumnos" y nos ubicamos en la cómoda posición pasiva y recetivo-digestiva de quienes se resisten al desafío de lo nuevo. Pero también somos docentes, y entonces prevalece la fuerza del desafío de superar la barrera de los desconocido, y de superarnos a nosotros mismos. Por eso, aunque ahora enlazar nuestras netbooks en clase es un trabajo ímprobo y desgastante porque el soporte es insuficiente y no puede abarcar a todo el grupo, ya sabemos que si no es hoy, mañana lo vamos a poder hacer. Si todavía aplicar las TICs en el aula nos entorpecen másque agilizan el proceso, es porque estamos aprendiendo a aceitar el engranaje; no porque sea algu inútil. Se trata de transmitir la palabra, de comunicarnos, de compartir, de crear; y nunca como ahora existieron tantas posibilidades de que estas actividades sean tan expansivas.

sábado, 21 de abril de 2012

La Web 2.0 entre nosotros, en la escuela

La Web 2.0 entre nosotros, en la escuela

Me gusta pensar la idea de la escuela como un nodo más que como un fuerte, una fortaleza que acapara el saber y lo distribuye. La idea de nodo modifica nuestra concepción tradicional de lo que es la escuela -un "organismo de resistencia" que, decía un profesor mío que varios conocen, Héctor Pastorino, quedó en la Historia (el concepto, no el profesor, estimo)-, desde el momento en que, en el aula, los mismos alumnos nos enseñan muchas cosas relacionadas con las innovaciones (sobre todo, tecnológicas), y nos ponen a prueba ante situaciones, textos, personas y personajes que circulan en el "ecosistema de la web.20" y a los que a veces no hemos tenido acceso, por razones muy diversas, pero sobre todo, por la ingente cantidad y el dinamismo con que fluyen en la red y en otros medios de comunicación.
Ahora bien, la escuela-nodo, es decir como lugar de conexión con otros nodos, con otras fuentes de información, que a su vez se nutren y de otros nodos y así inifinitamente, además de muy interesante y estimulante, genera ciertas preguntas:
¿Estamos listos los profesores de hoy para incorporar las TICs y darle un giro progresista e innovador a nuestro modo de entender la educación? ¿Contamos con todas las herramientas para hacer de la Web 2.0 una herramienta facilitadora y no un mero instrumento que confirme nuestras prácticas habituales, o que incluso las complique?
No sé... pero me atrevo a pensar que no del todo.
Igualmente, lo mejor que nos puede ocurrir es "chocarnos" con esta cuestión: la Web 2.0 es una realidad absolutamente impuesta en el mundo actual, en todos los ámbitos en los que el ser humano se desempeña. La escuela no escapa a esto; por lo tanto, nuestro camino evidente es el de asumirla, digerirla, asimilarla y sacarle todo el provecho. no se hace en un día; no se hace en un año; no se hace con el simple hecho de que todos contemos con nuestra netbook. Como cuando nos formábamos profesionalmente, a la luz de horas de estudio frente a libros, apuntes, material fotocopiado, esfuerzo para superar el cansancio, el sueño, el tedio también, a veces; ahora debemos hacer lo mismo pero con este nuevo instrumento informático: las TICs.
No se trata de que llevemos nuestra netbook al aula y que los chicos hagan lo mismo, y ver qué pasa si logramos constituir la red mediante los AP de las aulas (que nunca pueden abarcar a todos...); más bien se trata de que aceptemos el desafío de que ahora, al principio, esta incorporación nos demore más de lo que nos facilite el trabajo. Pero porque somos novatos, nos falta entrenamiento -y conocimiento, por qué no- de todo lo que podemos hacer con este universo digital de "inteligencia colectiva". Y aquí es donde encuentro el lazo entre la vieja concepción de escuela y la que se propone a partir de la incorporación de la Web 2.0: tenemos que practicar, ir probando, buscar, equivocarnos, seguir probando, hasta que llegará el momento en que sepamos darle un uso dinámica a alguna aplicación y descubramos cómo ésta facilita el acceso a la información.
La creación de un blog, o de una página wiki, o de algún otro entorno virtual es ya un hecho entre muchos profesores. Me incluyo como novata, pero con la firme determinación de mejorar el provecho que hasta ahora le voy sacando al blog con el que trabajo en las aulas del Pellegrini.
Sé que apenas estoy en el umbral de todo el beneficio que ofrece este instrumento (la Web 2.0), pero me atrae tanto el concepto de escuela-nodo que ya no puedo pensar en la clase convencional, con las herramientas tradicionales, sin la intervención de la computadora y de Internet para que el flujo de conocimientos sea efectivamente eso: un fluir constante, compartido, que crece exponencialmente, y del que todos nos podemos nutrir.